Arequipa, la ciudad blanca del Perú

El 15 de agosto de 1.540 un grupo de soldados, dirigidos por Garcí Manuel de Carbajal, y por encargo de Francisco Pizarro, fundan en medio de un valle la llamada Villa hermosa de nuestra Señora de la Asunción de Arequipa, diseñando una ciudad conforme a los trazados para la época, y adaptándola posteriormente a la naturaleza de un suelo atacado por terremotos constantes.


El material utilizado para la construcción, es la ignimbrita, abundante en las canteras, que se formaron a causa de las erupciones volcánicas de la región situada sobre el cinturón de fuego y una falla tectónica que marcará la personalidad del arequipeño.

Apenas un año después, el Emperador , don Carlos V, rey Carlos I de España, le otorga el título de ciudad.

Situada al sur del país, con una línea de costa de algo mas de 500 km, y una altitud máxima de 6.445 m. en la cima del nevado Coropuna, Arequipa se consolidó como la segunda ciudad del Perú, sus circunstancias políticas, culturales, sociales y las condiciones peculiares de aislamiento entre el desierto y la cordillera, crearon una ciudad de fisonomía particular, una especie de oasis que durante el siglo XVII, se coronó con cúpulas reminsicencia del Al-Andalús, a la par que motivos mudéjares decoraban los muros de la nueva ciudad.